“El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y
abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del
corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de
la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios
intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se
escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no
palpita el entusiasmo por hacer el bien.” – 2. Evangelii Gaudium
El mundo en el que
vivimos, nos ha vendido la idea de que el Capitalismo es el único camino a
seguir y que entre más dinero tengas, más vale tu persona. Esto es un reflejo
de lo que se vive en El Paso, Texas. Aquí el barrio de Duranguito está siendo
derrumbado porque los visionarios del progreso en la ciudad, quieren construir
una arena en su lugar. Han desplazado a la gente de sus casas, han intentado derrumbar
los edificios sin permiso de la corte, y han sobornado a los residentes para
dejar sus hogares.
Yo he seguido de cerca
el caso del barrio de Duranguito. También he tenido la oportunidad de estar
presente en algunos de sus eventos, y he llegado a conocer a gente maravillosa.
He participado en caminatas por el barrio, he rezado el rosario con sus
miembros alrededor de todo el vecindario, y a menudo, paso por allí cuando uso
el autobús de la ciudad.
La gente de
Duranguito es increíble. Son personas llenas de vida y valor. Son personas de
esperanza y amor. Muchos de ellos han estado viviendo allí por décadas. Han
crecido allí; han luchado para hacer de su barrio un mejor lugar. Han luchado
para hacer de su barrio, un barrio sin crimen, drogas o violencia. Ha tomado
mucho tiempo, pero poco a poco lo han ido logrando. Doña Toñita, una señora
adulta y residente del barrio Duranguito ha estado viviendo allí toda su vida.
Esa es su casa. Ese es el lugar en el que creció. Es el lugar donde guarda sus
más profundos y preciosos recuerdos.
Es injusto pensar
en el progreso de nuestra ciudad haciendo daño a otros.
Especialmente aquellos
que son más vulnerables. La gente de Duranguito no está en contra de la arena o
el progreso de la ciudad, sino que están en contra de la destrucción y
demolición de sus hogares. Yo, como ellos, apoyo la construcción de la arena,
pero no en lugar del barrio de Duranguito. Apoyo la arena, pero en un lugar
donde no se destruya ningún barrio o historia cultural. Trabajemos juntos para
hacer de El Paso una ciudad mejor de la que es ahora, pero sin excluir a nadie
...
Luchemos en contra
de la opresión, la desigualdad, la exclusión, la marginación, el racismo, el
capitalismo, y los deseos enfermizos de placeres superficiales.
¡Viva Duranguito! ¡Viva
el pueblo!
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