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millones de personas en el mundo viven en extrema pobreza. Una de cada cinco
personas que viven en regiones de desarrollo, viven con menos de un $1.25 (un
dólar con veinticinco centavos) al día. Uno de cada siete niños menores de
cinco años no tiene la estatura adecuada para su edad. Cada día del año 2014,
42,000 personas tuvieron que abandonar sus casas debido a conflictos. Cada año,
miles de personas abandonan sus países buscando un lugar mejor donde vivir, y
una mejor calidad de vida para sus familias. Cada año cientos de personas
mueren tratando de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. En México,
desde el año 2006, aproximadamente 80, 000 personas fueron asesinadas debido al
crimen organizado. En el 2014, aproximadamente 6,664 personas fueron asesinadas
por el grupo Boko Haram, un grupo nigeriano de extremistas del islam. Y no solo
eso, sino que aproximadamente 6,073 personas fueron asesinadas por el grupo
extremista ISIS. Un total de 12,737 personas en un solo año, y lo peor, solo en
una parte del mundo.
Desafortunadamente
eso no lo es todo… Si tu miras a tu alrededor, te encontraras que hay millones
y millones de personas que no son felices porque no se aman a sí mismas. Si tú
te pones a pensar, la verdad es que en el mundo hay muchas personas que no
tienen el valor de amarse y aceptarse como son. Van por el mundo llenos de
odio, rencor, resentimiento, y maldad. Juzgan, critican y usan su lengua para
matar a Dios en el hermano.
Es
que si no te amas, no eres feliz. Si no te amas empiezas a juzgar, empiezas a
matar a tu hermano, lo despedazas con tu boca, con tus críticas, lo matas en
vida. Si no te amas, tú vives amargado y estresado sin nada que te haga feliz o
sonreír. Si no te amas a ti mismo, no te aceptas como eres. Es que si no te
amas vas por el mundo en busca de poder y reconocimiento para sentirte mejor.
Buscas cosas que llenen ese vacío que tienes por no amarte a ti mismo. Si no te
amas, entras en el juego del consumismo y del descarte. Compras, compras, y
compras pero nada te hace feliz. Y no solo eso, sino que cuando piensas que
algo ya no te sirve, lo tiras con la misma facilidad con la que lo compraste. Y
esto incluye a las personas, porque aunque a ellas no las puedes comprar, si
las puedes usar y descartar.
Cuando
no te amas a ti mismo, crees todo lo que ves en la televisión y todo lo que la
sociedad, los medios de comunicación y la cultura del consumismo te han dicho...
Te tienes que ver de cierta forma, usar cierta ropa, estas muy gordo, estas
flaco, píntate el cabello, fuma, bebe, has drogas, roba, cómprate un mejor
celular, se egoísta. El no amarte te hace ser insensible, el no amarte hace de
tu autoestima algo inexistente. El no amarte, te hace un muerto viviente. El no
amarte, alimenta la vanidad, avaricia, explotación, soberbia, prepotencia,
discriminación, odio, racismo, insultos, dolor, guerras, divisiones, y muerte.
La
raíz de todos nuestros problemas son personas que no se aman. Son esas personas
que se han convertido en esclavos de ellos mismos, preocupados por ganar
dinero, verse bien, y pisotear a los demás. Para mí no hace falta que te esfuerces
para saber quiénes son. Solo mira el mundo y te darás cuenta. Es cierto que en
el mundo hay muchas personas maravillosas y de gran corazón, pero no hace falta
decir que también hay personas que no se aman.
Vivimos
en un mundo que parece estar de cabeza. Y el ser humano parece que cada día es más
egoísta. En lugar de trabajar todos juntos como hermanos, peleamos, criticamos,
y ofendemos a las personas con el afán de llenar ese vacío que tenemos en
nuestro corazón. Tratamos de sentirnos mejor a costa de los demás,
pisoteándolos, discriminándolos, y siendo racistas. Muchas veces en lugar de
ser constructores de paz, hacemos de nuestra casa común un infierno. Tenemos
que analizar sinceramente nuestro comportamiento. Este comportamiento que nos
aleja del plan que Dios tenía para nosotros.
Somos
tan egoístas y nos hemos encerrado tanto en nosotros mismos que no nos damos
cuenta que “cuando los monjes cantan en coro están cantando en nombre de la creación
entera, porque también todo en la naturaleza, desde el electrón hasta el hombre
es un solo salmo. Y nosotros no podemos descansar hasta hallar a Dios. Solo
entonces se aquietara en nuestro corazón la gran angustia cósmica, se aquietara
este inmenso amor que oprime el pequeño, corazón del hombre con toda la fuerza
de la gravitación universal: hasta que nosotros encontremos este Tú al que
tienden todas las criaturas.
Porque
todas las cosas nos hablan de Dios, porque todas las cosas suspiran por Dios:
el cielo estrellado lo mismo que las cigarras, las inmensas galaxias y la ardilla
listada que juega todo el día con todo lo que la rodea y teme a todo lo que la
rodea y se esconde de todo (y todo cuanto hace es un movimiento inconsciente
hacia Dios).” (Vida en el Amor por Ernesto Cardenal p. 22) Todo clama a Dios,
todo busca a Dios. Y nosotros buscamos a Dios pero no lo encontramos.
En
busca de Dios hemos destruido el mundo contaminando, demoliendo árboles y
bosques, derramando químicos y tóxicos, extinguiendo animales, y creando
guerras y divisiones. Hemos construido muros de lamento y dolor entre países;
estos muros que solo sirven para fraccionar y herir a la humanidad. Discriminamos
y ofendemos a los demás al ser racistas, al creer que una raza, un lenguaje una
religión, o un color de piel es mejor que cualquier otro. Buscamos
reconocimiento y pisoteamos y pasamos por encima de los demás sin importar el
precio o el dolor causado en otras personas. Explotamos a las personas
haciéndolas trabajar largas horas para después pagarles una miseria sin que
puedan llevar el suficiente dinero a sus hogares para darles de comer a sus
familias, comprarse ropa, o tener pequeños lujos que se han vuelto elementales
tanto para el trabajo como para la escuela. Me refiero a cosas como una
computadora, o internet inalámbrico. Pero no solo eso, limitamos tanto a las
personas que por todo el mundo hay prójimos que mes tras mes pagan renta sin
contar con una casa propia, o con la esperanza de algún día poder comprar una.
Bien dice el Papa: “Pienso en algunos benefactores de la Iglesia que vienen con
la donación: ‘toma es para la Iglesia’, y ésta oferta es el fruto de la sangre
de tanta gente explotada, maltratada, esclavizada, con trabajo mal pagado….Yo
diría a esta gente: por favor llévate tu cheque…quémalo”. (Papa Francisco, Audiencia
general: 2 de marzo de 2016) Si eres de este tipo de personas por favor no des
dinero a la iglesia porque ese dinero está manchado con sangre, dolor, y sudor
de gente escarnecida por soldados modernos que flagelan a Cristo en el pobre.
Estos
soldados modernos son los mismos a quienes no les basta pisotear a la gente,
sino que también han llevado al poder a gente que solo busca su propio interés.
Estos soldados y fariseos modernos son los que han hecho del gobierno un
gobierno mediocre. Un mendigo gobierno corrupto, y opresor, que domina y
aplastan a su gente. Un gobierno que usa a las almas y luego las tira. Prometen
y no cumplen y al contrario explotan a la gente para llenarse sus bolsillos. Y
se excusan diciendo que el que no tranza no avanza. Por favor, ni un animal hace
eso con los de su especie. ¿Entonces porque los políticos le hacen eso a sus compatriotas?
Incluso en los elementos policiacos quien se supone deben cuidar de la gente, tenemos
oficiales dispuestos a asesinar, que golpean a la gente, las desnudan, y las
desaparecen aplastándolas como cucarachas. Matan, acribillan, y explotan a la gente
en los campos. Se aprovechan de la
debilidad de fuerzas cuando en realidad quien mantiene al país son las entes
trabajadoras. Pinche gobierno explotador pisotea a la gente, y los hacen
sufrir, muchas veces haciendo pasar al pueblo por una masacre donde se borran
los sueños de querer ser mejor y querer superarse. Esto sin duda es un reflejo vivo de un país y
una sociedad totalmente corrompida que se revuelca como marranos en el dinero y
el capitalismo. Es una imagen de una sociedad que trata a las minorías y a los
pobres como parásitos; insectos insignificantes que fácilmente se mantienen
debajo del zapato, suprimidos por aquellos que con dinero y poder luchan por
incrementar sus posesiones y reconocimiento. “Pero que podíamos esperar si
detrás de todo esto siempre hay un egoísmo económico que primero se camufla con
teorías y cuando estas fallan, con violencia. Detrás de tanta maldad, solo hay
explotación. No se les hacen ascos a los ricos de otras razas.” (Anónimo/Desconocido)
Yo
te invito el día de hoy a que dejes a un lado todo lo que no te hace feliz. Te
invito a que te aceptes tal y como eres. Que te ames, que te respetes, que te
valores. Te invito a que te pares frente al espejo para que puedas ver y
reconocer lo valioso/a e importante que eres. Deja ya a un lado todo eso que te
vuelve un ser resentido y sin vida. En este mundo no hay otro camino más que el
amor. Vive en el amor, Ten una vida en el amor. Usa tus dones, talentos y
tesoros al servicio del amor. Reconoce ya que todos somos hermanos, que todos
formamos parte de la raza humana y que no hace falta crear divisiones. Hagamos
de nuestra casa común un mejor lugar donde vivir. Clama a Dios. Pues todo clama
a Dios.
Dios,
amado mío, clamo a Ti. Todo en el mundo clama a Ti. “El coyote cuando aúlla
solitario en la noche, aúlla por Ti. Y por Ti grita la lechuza cuando grita en
la noche. Y por Ti arrulla dulcemente la paloma y no lo sabe; y cuando el
ternerito tierno llama a su madre, es a Ti a quien llama, y a Ti llama el león cuando
ruge, y todo el croar de las ranas es a Ti. Toda la creación te llama con toda
clase de lenguajes. Como te llama también con el lenguaje de los amantes, y de
los poetas, y con la oración de los monjes.
Y
en los ojos de todo ser humano hay un anhelo insaciable. En las pupilas de los
hombres de todas razas: en las miradas de los niños y de los ancianos y de las
madres y de la mujer enamorada, del policía y el empleado y el aventurero y el
asesino y el revolucionario y el dictador y el santo: existe en todos la misma
chispa de deseo insaciable, el mismo secreto fuego, el mismo abismo sin fondo,
la misma ambición infinita de felicidad y de gozo y de posesión sin fin. En
todos los ojos humanos existe un pozo profundo, que es el pozo de la samaritana…
Esta
sed que hay en todos los seres es el amor de Dios.
Por
este amor se cometen todos los crímenes, se pelean todas las guerras y se aman
y se odian todos los hombres. Por este amor se escalan las montañas y se
conspira, se edifica, se escribe, se canta, se llora y se ama. Todo acto
humano, aun el pecado, es una búsqueda de Dios: solo que se le busca donde no está.
Por eso dice San Agustín: «Busca lo que buscas, pero no donde lo buscas».
Porque lo que se busca en orgias, en fiestas, en viajes, en los cines, en los
bares, no es más que Dios: que no se encuentra sino dentro de uno mismo.” (Vida
en el Amor por Ernesto Cardenal p. 23-24)
Por
eso amate, porque si no te amas no amas a Dios. Valórate, porque si no te
valoras no valoras a Dios. Lucha por un mundo mejor en donde vivir. Abre tus
brazos y recibe en el a todo ser humano sin importar la raza, clase o condición.
Ama, ama hasta que ya no puedas más. El amor nunca se te podrá agotar. Al
contrario, cuando amas tu corazón se ensancha para poder amar más y mejor. Y siempre
recuerda, “si no quieres sufrir, no ames. ¿Pero si no amas, para que quieres
vivir?” (San Agustín)
Referencias
Vida
en el amor por Ernesto Cardenal